En esta oscura habitación el dolor grita mi nombre, y el placer de cortar mi carne me derrite, el eterno caminar de esta alma sin destino que grita tu nombre sin respuesta como un lobo aulla a la luna, mi lamento silencioso se eleva por ti, perdido en esta oscuridad que me acoge en la cual mis sentidos se pierden y mi razón se ve ahogada por la desesperación, una desesperación que me atrapa dentro de estas cuatro paredes que gritan mi nombre y que anhelan sentir mi caer, que gritan con clamores ensordecedores y la única respuesta son mis nudillos ensangrentados mi frente contra las paredes, mi sangre brotando y las voces callan y mi llanto se enardece sentado en la esquina de esta oscura habitación, esperando por siempre tu llegar mi amada musa, diosa de mi dolor, sangre de mi pasado, este menguar eterno que convierte mi pensar en un árido desierto en el que las grietas de mi alma absorben el aire a mi alrededor y ahogan mis pulmones inertes los cuales cansados de gritar desfallecen dejándome convertido en un despojo de cenizas y hiel que nunca nadie ha de probar por temor a que el veneno que es mi mente en su sangre pueda entrar.
Alejado de todo deseo de toda perjuria y te todo atardecer mi figura languidece lentamente, a la espera de esa llave que de mi prisión me pueda liberar, mientras mis gemidos dolorosos se convierten en quejidos silenciosos en los cuales mis lágrimas lavan mis heridas mejillas, y el calor que un día sentí al dormir en tu regazo es un vano recuerdo que perdura y hiere esta podrida alma, hasta dejar cenizas de hiel y pasiones olvidadas que por siempre serán anheladas y que mi mente nunca podrá enterrar. Y seguiré menguando en esta oscura habitación esperándole eternamente, hasta ahogarme en mis propias cenizas y hiel.
letras de mi mente para ti, tu ya sabes quien eres y bien sabes que aun te espero.
